jueves, 28 de mayo de 2015

Esas cosas que decimos a veces las mujeres y lo que realmente significan.


Cosas que decimos (a veces) y lo que significan (a veces):

- "Eres demasiado bueno para mí."
  Significado real: No me llegas ni a la suela del zapato y no quiero verte ni en pintura.

- "Soy muy mayor (o muy joven) para ti." (Como la mayoría de los tíos son tan humildes, aunque se lo digas a uno de 95, asentirá y pensará: "Pobrecilla, tiene razón, en realidad estoy de muy buen ver y tengo el espíritu joven, podría estar con una de 20.)
  Significado real: El problema no es que sea mayor (o más joven) que tú, el problema es que eres un plomo (un tacaño, un miserable, un bobo, o lo que sea).

- "Soy muy solitaria, no creo en la pareja".
  Significado real: La mera idea de tener que escucharte constantemente me da ganas de tirarme por el balcón.

- "Soy madre de familia y mis hijos son mi prioridad".
  Significado real: Mis hijos son un poco pesaditos, como todos los niños, pero comparados contigo son una mezcla de Kant y Picasso.

- "No tengo mucho tiempo porque no he encontrado canguro y he dejado a los niños solos en casa".
  Significado real: Los niños están perfectamente, pero tú solo tienes 1 hora y 15 minutos para demostrarme que ha valido la pena perderme "Master Chef" para salir a cenar contigo".

- "Me encanta que conserves a tus amigos de siempre y que salgas con ellos sin mí, como hacías antes de conocerme. La lealtad es muy importante".
 Significado real: Todos tus amigos me horripilan, ni se te ocurra invitarme a una de vuestras cenas.

- "El físico no importa".
 Significado real: El físico no importa si te pareces a Brad Pitt.

- "Me gustan los hombres como tú, que no se preocupan nada por la ropa, sencillos, naturales.
 Significado real: Eres el hombre peor vestido que he visto en mi vida.

- "El sexo está sobrevalorado, hay cosas más importantes en una relación: la complicidad, el cariño" y le acaricias la mano dulcemente mientras miras al infinito.
Significado real: Esta relación está muerta y enterrada.

Y eso es todo amigos.
Feliz jueves.

PS: La foto: Isabella Rossellini, la mujer más guapa del mundo.


miércoles, 13 de mayo de 2015

Pijos, señores, mujeres y ellos.


La sociedad cambia y yo, que me paso el día dando vueltas y mirando a las musarañas, soy un testigo de excepción. Algunos de mis últimos descubrimientos sobre la evolución demográfica y sociológica de la sociedad:

Los pijos:
Tengo la sensación, seguramente disparatada y debida a que hace años que dejé de tratarlos, de que los pijos están en vías de extinción. Por eso, en vez de irse a Paris a comer hasta reventar y a visitar prostíbulos como hacían nuestros bisabuelos, hacen tanto footing y tanta bicicleta, comen tantas barritas energéticas y hablan con voz cada vez más desvaída (cuando hablo con uno de ellos por teléfono, siempre tengo la sensación de que está al otro lado del mundo o en otro siglo, la voz suena lejaaaaaana y floja), porque se dan cuenta instintivamente de que están desapareciendo y creen que haciendo maratones la cosa se solucionará.

Los señores:
Tipología masculina que surgió a finales del siglo XIX y tuvo su punto álgido a principios del XX. Quedan algunos. Pocos. Los que conocí se caracterizaban por la buena educación, cierta socarronería mal disimulada, la afición a las mujeres y la alegría de vivir que suele suscitar el no haber tenido nunca problemas de dinero. Tenían la elegancia de arruinarse con ese misma alegría (by the way, la elegancia se demuestra en los momentos cutres: cuando te quedas sin dinero, cuando la vida se te tuerce, cuando te abandonan o te pones enfermo, no en los cócteles, ni en las fiestas, ni al borde de las piscinas de Pedralbes). Vivían intensamente. Sabían vestir y tardaban 5 minutos en vestirse. En Barcelona quedan 2.

Las mujeres: somos los hombres del futuro. No soy feminista, pero siempre que quiero encontrar algo de sensatez, de valor, de humildad, de inteligencia, de arrojo, me dirijo a una mujer. La mayoría de los grandes hombres que conozco son mujeres. Hillary (y todas las críticas que suscita entre los miles de hombre asustados) no es más que la punta de un iceberg gigantesco.

Resumiendo: los pijos languidecen, los señores desaparecen y las mujeres seremos los hombres. Ahora solo falta que ellos decidan lo que quieren ser.

Feliz miércoles!
PS: La foto: Un hombre