viernes, 30 de agosto de 2013

Should I stay or should I go?



5 razones para irse del verano:

- Me muero de ganas de dejar de ver fotos en facebook, instagram, etc, de niños más bien feítos, en traje de baño, haciendo monerías. Ningún niño tiene ningún interés. El interés, el derecho a ser escuchado y/o fotografiado, se gana. Nuestros padres lo sabían. Nosotros lo hemos olvidado totalmente.

- Me muero de ganas de dejar de ver fotos mediocres en facebook, etc, de lugares que todos conocemos.

- Me muero de ganas de enfundarme en mis vaqueros. Cada vez que abro el armario, me miran con cara de reproche y de pena. No lo soporto.

- Me muero de ganas de volver a las clases de yoga, quiero forzar mi cuerpo, obligarle de nuevo a hacer cosas que no quiere, quiero que esté dolorido y con agujetas, quiero que proteste y hacerle callar. No soporto los cuerpos demasiado mimados, prefiero que estén cabreados, tensos, a la espera.

- Me muero de ganas de despertarme a las 4 de la madrugada con los pies helados, buscar entre maldiciones una manta en el armario y volver a dormirme, tapada.

5 razones para quedarse -para siempre- en verano:

- Quiero que mis labios sepan a sal durante todo el año.

- Quiero las mechas rubias del sol y del mar, que ningún peluquero en el mundo puede imitar.

- Quiero las pecas en las rodillas en pleno invierno, que me recuerdan a la niña, a las rodillas peladas, a las carreras (que siempre perdía).

- Quiero la paz del verano, la sensación de que todos dejamos las armas durante un rato. Justo ahora que estamos a punto de retomarlas (y a pesar de que estoy a favor de una intervención en Siria y de que, esta vez, no me pienso excusar por ello, ni dar explicaciones, ni pelearme con nadie).

- Quiero la luz rosa de las tardes de Cadaqués, siempre, cuando la necesite (y la necesito a menudo para combatir las oscuridades).

Feliz viernes, pequeñuelos. I'm back.

PS: Y quiero esas botas. Ya.