lunes, 15 de julio de 2013

Besos de verano



1. Besar a un ex.
    Mala idea. Todos lo hemos hecho. Y todos sabemos que es una mala idea. Incluso en verano. Incluso si estás triste. Incluso si te sientes sola. Incluso si las gotas de sudor sobre su nariz te dan ganas de mordérsela.

2. Besar a un amigo.
     Lo de Harry encontré a Sally casi nunca ocurre en la realidad. Los amigos están para consolarnos de los novios, para decirnos que ha sido una gran idea hacer una hoguera con toda su ropa en el salón, para llevarnos a beber sake. Ningún beso en el mundo vale el riesgo de perder a un amigo.

3. Besar a una amiga.
     De las 20 cosas que habría que hacer antes de morir, esta es una.

4. Besar a un hombre casado.
    Tampoco es muy buena idea. La primera vez tiene su gracia, la décima empieza a ser cutre. Y todo el mundo sabe que no hay nada más cutre que un amor cutre.

5. Besar al primero que pasa.
     Es lo más parecido a un deporte. Se suele ir dopado. No significa nada. Pasa muy rápido. Pero acelera el pulso, dilata las pupilas, nos pone más guapos y nos obliga a ponernos en la línea de salida. Y es más sano que correr maratones.

6. Besar al futuro.
     Borra todos los besos anteriores de un plumazo. Acalla el pasado. Cura las pupas. Quien lo probó, lo sabe.

Me voy de vacaciones. Hablamos en septiembre. Que os hartéis de besar.



domingo, 7 de julio de 2013

La pulcritud


Pulcritud: una de mis palabras favoritas. Taaaaaaaan pasada de moda. Y tan vinculada a la elegancia y al estilo. No hace falta comprar ropa para ser elegante. De hecho, mis personas favoritas casi no compran ropa, llevan cosas que tienen muchos años, gastadas, viejas, restauradas mil veces, pero impecables, como ellos mismos. Limpias, planchadas, cuidadas. O sea: amadas. Se nota mucho la ropa que es amada y cuidada, del mismo modo que se nota mucho la gente que es amada y cuidada (y la gente que es -o ha sido- atropellada y golpeada). Tal vez estaría bien volver a la pulcritud. En la ropa, en el comportamiento, con los demás, con nosotros mismos. Negarse a entrar en las pocilgas. Aprovechar que vivimos cerca del sol y del mar para vivir realmente cerca del sol y del mar. ¿No?
La foto: vaqueros de Citizens of Humanity. Los pantalones de rayas perfectos.