jueves, 28 de febrero de 2013

Los zapatos del Papa



El Papa se retira, lo que significa que cambia de vida, que pasa a dedicarse a otra cosa o de otro modo, que renuncia al poder o a cierto poder. O sea, que es, a pesar de las apariencias, un hombre libre, que hace lo que le da la gana. O sea, un hombre moderno (como en este país cada vez hay menos, creo que no está de más subrayarlo). La verdad es que yo ya lo sospechaba. Sus maravillosos zapatos rojos le delataban. En esta nueva etapa de su vida, llevará un hábito blanco sencillo, distinto del que llevan los papas, y deberá dejar de llevar sus famosos zapatos (aunque yo deseo con todas mis fuerzas que los siga llevando en la intimidad), que no eran de Prada como se especuló durante un tiempo, sino hechos a medida por un zapatero del norte de Italia (el mismo que le hace los zapatos a Obama). A partir de ahora, Joseph llevará unos mocasines marrones, que tampoco serán de Prada, sino fabricados en León, México. La moda también es esto. Yes.
Feliz jueves, queridos
PS: La foto de abajo: botines perfectos de Tod's.

lunes, 25 de febrero de 2013

Tigres y leopardos



Ni el estampado de tigre, ni el de leopardo (dos de mis estampados favoritos) se pueden llevar en plan sexy (a no ser que seas Beyoncé -Beyoncé, I love you truly, madly, deeply-). Aprender a dosificar los niveles de asalvajamiento (interior y exterior) es todo un arte. Claro, por un lado somos animales y no dar zarpazos nos resulta imposible (a veces, claro, cuando alguien se los merece), pero por otro, hemos leído a Proust y a Colette y a Wilde y estamos familiarizados con la civilización. Debemos llegar a un equilibrio razonable. Y sobre todo, no convertirnos nunca nunca nunca en unas bestias. Animal salvaje sí, bestia no. En fin, de momento, estas son mis tres prendas animales favoritas de esta temporada. Para llevar por separado, obviamente. Chaqueta de tigre de Iro (que está haciendo cosas cada vez más interesantes). Deportivas Converse de leopardo. Y pantalones (caídos como a mí me gustan) de Doligé. Cualquiera de las tres sería un buen regalo de cumpleaños.
La foto de abajo me la acaba de mandar un amigo diciendo que soy yo. Es que me adoran. Menos mal que os tengo a vosotros.

Feliz lunes, queridos.


martes, 19 de febrero de 2013

Las pulseras y Yoko Ono.



Estoy ligeramente obsesionada con el verano. Cada año, cuando se acerca el mes de marzo y los días empiezan a alargarse y los escaparates se llenan de ropa liviana (que no, no, no, no, no debería comprar), empiezo a ponerme nerviosa. Tal vez el verano no sea la época más chic, pero solo los no-chics intentan ser chics, así que a mí (que no puedo estar al sol más de 10 min.), me chifla el verano. Y como todo el mundo sabe, el verano empieza el día de mi cumpleaños -1 de marzo- (no soy narcisista, noooooooooo) y cuando me ato la primera pulsera de hilo a la muñeca, (y cuando me empiezo a enamorar del primer tío que pasa por la calle enseñando unos brazos morenos). En fin, estoy en busca de la pulsera de hilo (de piel, cuentas, hippy, delicada, sutil, etc) del verano 2013. De momento, las que más me gustan son las de la foto, que son de Brand Bazar.com. La de arriba, especialmente. Pero todavía no me he decidido. ¿Qué os parecen?
Ah, y Muchas felicidades, Yoko Ono. (¡80 años!). A mí me caes bien, Yoko, yo no le tengo manía a las viudas de los genios, no me pareceis más pesadas que el resto del género humano.
A los demás, feliz martes, queridos.

domingo, 17 de febrero de 2013

Pieles


Me encantan las pieles. No llevo porque la crueldad con los más débiles me molesta muchísimo y porque prefiero irme a pasar el fin de semana a París que comprarme un abrigo de pieles. Otras cosas que me molestan muchísimo: la gente que te pone un emoticón (o 15) en cada frase. Y la gente que hace exhibición de su miseria. Durante años, hicimos exhibición de nuestra riqueza. Y ahora, hacemos lo mismo con la falta de recursos. Estaría bien que se pusiese de moda el pudor. Eso sí que sería revolucionario. ¿No? En fin. Las pieles. Hace unas semanas, hice una excepción y me compré esta chaqueta de conejo (en el mundo hay millones de millones de conejos, ¿eh? Así que no cuenta) en las rebajas de APC. Y he descubierto que no hay nada (de ropa) más agradable, ligero, sensual y cálido, que las pieles. Por un lado, te sientes como un bebé calentito en su camita con la luz del sol entrando por la ventana, y por otro, como una femme fatale. Dos de mis vocaciones favoritas. La felicidad absoluta.

Feliz semana, queridos.

viernes, 15 de febrero de 2013

Joyas de verano




Me gustan mucho las joyas, pero soy de pocas joyas (como me gustan mucho los hombres, pero soy de pocos hombres). Casi todas las que llevo tienen alguna razón de ser sentimental (los hombres también. Y ya paro con los paralelismos complementos-hombres, que después se enfadan y me quedo sin plan). En cuanto llega el verano (que por suerte, ya está a la vuelta de la esquina), aparecen en los escaparates y en las tiendas virtuales, un montón de joyas livianas y alegres y suaves como las noches de verano, que luego justifican los largos inviernos (interiores y, a veces, exteriores). Además, tengo debilidad por las joyas de flores y de animales. De momento, estas son mis favoritas:
- Broche flor negra maravillosa: los broches son las joyas más elegantes y las más difíciles de llevar (por eso, yo que soy una perezosa estilista, no llevo nunca. Pero bien llevados, bien puestos, son lo más bonito).
- Anillo flores azules: parece un anillo de juguete. Soy radicalmente anti-brillos, pero estos me gustan, me dan ganas de beber (más) mojitos y de bañarme en el mar. Será por el azul...
- Pendientes jirafa: también parecen juguetes. La jirafa es uno de mis animales favoritos. Nadie se puede atrever a tener una conversación transcendental con alguien que lleve  unos pendientes así. Serán mis pendientes anti-rollos existenciales (que también pueden darse en verano, si uno no va con cuidado).
- La pulsera serpiente. Creo que es el año chino de la serpiente. Yo colecciono joyas con serpientes (así después, cuando pico, nadie se sorprende). Y me encantan las pulseras articuladas.

Mañana os enseñaré mi bolso de verano favorito.

Feliz viernes, queridos.

jueves, 14 de febrero de 2013

¿Sin Valentín?



Dos suculentas opciones para San Valentín:

Foto 1: Para los emparejados: Tarjeta de felicitación de San Valentín de Urban Outfitters.

Foto 2: Para que los solteros: Fideos negros.
Durante mis investigaciones sobre San Valentín, he descubierto que en Corea se celebra "El día negro". El 14 de abril, todos los solteros se reúnen vestidos de negro (esmalte de uñas negro, complementos negros, zapatos negros, etc) y comen comida negra. ¿Alguien se apunta?

Feliz jueves, queridos. Yo sí que os quiero.

martes, 12 de febrero de 2013

¿Nos hemos convertido en unas pesadas?


El otro día, después de comer -y beber-, el padre de una de mis mejores amigas, me dijo que yo le caía muy bien por esto y por aquello, y que se alegraba mucho de mi amistad con su hija, y bla, bla, bla, y, al final, añadió: "Y, además, no pareces una mujer pesada." Como si esto último fuese lo definitivo, lo más excepcional de todo. Y pensé: ¡Caramba! Yo que me quejo tanto de los tíos blandos. Llenos de tatuajes por fuera, pero sin ninguna marca auténtica por dentro. Llenos de dudas existenciales. Que no han entendido que el feminismo no consiste en que pague ella el café, sino en que pueda pagarlo. Que no han entendido que, en realidad, nos importa un pito que un tío cocine o tenga un huerto de tomates biológicos o haga otras tonterías por el estilo, que lo único, único, único, que nos importa es que se sepa tirar de cabeza, aunque se la rompa, etc. Pues pensé: ¡Caramba! (Una de mis palabras favoritas, la pienso muy a menudo), igual hemos estado tan preocupadas con los tíos blandos, que no nos hemos dado cuenta de que nos hemos vuelto unas pesadas. E imaginé un mundo de blandos y de pesadas. Una pesadilla. En vez de "The Walking Dead" (una serie truculenta que sigo sobre un mundo en el que solo quedan 5 o 6 humanos y el resto son hordas de muertos vivientes horrendos), "The Walking Pesadas". No he dormido de la angustia.

PS: La foto: mi amiga Natalia (que no es nada pesada) con los botines de Isabel Marant que os enseñé el otro día. La muy suertuda ya los tiene...

Feliz martes, queridos.

viernes, 8 de febrero de 2013

Mi vestido de cumpleaños


Para mi fiesta de cumpleaños, que se acerca a pasos agigantados, quiero este vestido. Ya, ya, después siempre acabo con mis tejanos dos tallas demasiado grandes que se me caen, con una camisa de seda que mis amigos están hartos de ver, con unos zapatos de tío, dos pulseras de mi abuela y el reloj de mi madre, el pelo tan despeinado como siempre y un poco de rímel en los ojos y de carmex en los labios. Pero mi intención es buena. Mi intención es este vestido (que ni está todavía a la venta, ni sé todavía cómo voy a conseguir o si voy a conseguir, o si voy a poder comprar). Y la intención es lo cuenta, ¿no?

PS: No, evidentemente, la intención NO es lo que cuenta. Voy a hacer un post sobre las frases hechas que más me irritan y esta será la primera.

Feliz fin de semana, queridos míos.

martes, 5 de febrero de 2013

Dolores Redondo y las botas de APC


Ayer entrevisté a una mujer increíble para Harpers Bazaar. Se llama Dolores Redondo y ha publicado un thriller maravilloso que logró tenerme en vilo durante días (algo que solo consiguen algunos libros muy buenos, algunos hombres muy listos y algunas prendas de ropa muy especiales). La autora (Dolores) llevaba unos preciosos zapatos negros de tacón de 10 centímetros al menos. La entrevistadora (yo), haciendo un esfuerzo sobrehumano, se había quitado las Ugg y se había puesto unas desert boots (zapatos planos, masculinos, abotinados, de ante, con suela de crepe y cordones) de Church's, que en su día fueron amarillos y que hoy son grisáceos. De repente, me di cuenta de que hacía más de seis meses que no llevaba tacones e iba a ras de suelo. Y de repente, volví a tener ganas de encaramarme. Hoy he salido de casa con estas botas de APC (8 centímetros de tacón, comprados hace unos días al 50% en Brand Bazar. com) y a través del tráfico escolar, de las legañas, de los niños, de la prisa y de las batas, he oteado el horizonte. Está muy cerca.