sábado, 29 de diciembre de 2012

Los piratas


Creo que voy a acabar este año tan asqueroso con este vestido tan bonito. Es de Dries. Vintage. Lo compré por ebay. En ebay hay auténticos tesoros, pero se necesita tiempo y práctica para encontrarlos. Y se necesita, sobre todo, que te divierta buscarlos. A mí, obviamente, me encanta. De niña, pasaba horas recorriendo las playas de Cadaqués en busca de tesoros (pepitas de oro, perlas, etc) y siempre encontraba más pedacitos de coral que nadie. Todavía hoy, no puedo pisar una playa sin dirigir la vista al suelo y ver si encuentro algún cristal bonito o alguna caracola que me convierta en la pirata más afortunada de la tierra. Y el 2013 será el año de los piratas buenos. Porque los piratas no se quejan, ni utilizan la palabra "crisis", ni son cursis, ni dicen que su vida es muy complicada, ni tienen miedo. Los piratas (como los niños) solo buscan tesoros. Y los hay. Feliz 2013, queridos.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

El principio del placer


Intentó dirigir (es un decir) mi vida según dos principios: el principio del placer y el principio de la decencia. El primero implica intentar sacar placer de todos los sitios posibles. El segundo, no comportarme como un cerdo. Pues bien, en mi lista "top 5" de las cosas que me dan placer (después del sexo y del amor, juntos o por separado) está esta crema portentosa, adictiva (no tanto como el amor, ¿eh?) y relativamente barata (mucho más que el amor, que siempre acaba saliendo bastante caro). La venden en algunas farmacias o tiendas naturistas biológicas o como se llamen (esas tiendas donde siempre te atiende una señora de mediana edad con el pelo largo, reseco y ondulado, ojos escrutadores y falsa sonrisa zen. Hay que hacer una entrada sobre las tiendas naturistas y los que las frecuentan). Es de limón, se absorbe inmediatamente, no te pringa (huir siempre siempre siempre de los pringues) y huele para morirse. Bueno, me voy a seguir comiendo y bebiendo.
Feliz día, queridos.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Los condes de Sert en Harpers Bazaar















En el número de enero de Harpers Bazaar, que ya está a la venta, publico una extensa entrevista a los condes de Sert. Fue una experiencia maravillosa. Os dejo algunas de las fotos que hice aquel día. Espero que os gusten.
Feliz domingo, queridos.

viernes, 21 de diciembre de 2012

El final de la melancolía


Mucha tendencia a la melancolía. Desde que era niña (todo lo que somos de verdad, lo somos desde niños). No a la depresión y a la hecatombe. No a los mares tempestuosos. No a las grande tragedias. A los mares grises y planos y largos reflejando un cielo igual por el que asoman algunos rayos de sol. A las playas a las que hay que ir con jersey de cuello alto. A las noches que empiezan a las 5. A las amigas que te cogen la mano. A los amores capaces de asumir esa sombra permanente. A los que caminan solos. En fin, que soy una melancólica contrariada, como casi todos los melancólicos. Que lo que yo quisiera es pasarme el día mirando al horizonte (en vez de contando -y comprando- tonterías), pero no me dejan. Mil cosas me distraen, me despistan, me azulean mares y cielos (algunos hombres, mis amigas), me dan patadas en el culo para espabilarme (mis amigas, algunos hombres). Y va y en Zara sacan una camiseta, la de la foto, en la que pone "The end of melancholia". Literatura de altos vuelos. En Zara. No me la pienso quitar en todas las navidades.

Feliz viernes, queridos.

lunes, 17 de diciembre de 2012

Algunos hombres


Mis amigas se quejan un poquitín de que los hombres de hoy en día son unos blandos. Es cierto que no conocimos realmente (profunda y amorosamente) a los hombres de antaño. Es cierto que es injusto comparar a todos los hombres con nuestros padres o nuestros abuelos (o nuestras madres... ¿Verdad, doctor?). Es cierto que mis amigas son mujeres fuertes (y delicadas y sensibles) que no se asustan fácilmente. Y sin embargo... algo hay. Algo ha pasado. Las mujeres de los años 60 hicieron la revolución por nosotras, nos permitieron no tener que ser ya feministas (un gran regalo, ser feminista es un coñazo), pero muchas educaron a sus hijos varones, que ahora son adultos, como... no sé cómo. Como si tuviesen que ser niños eternamente. Como si el miedo y la prudencia fuesen una virtud (no es verdad). Como si estar siempre cobijados fuese importante (no es verdad, a veces necesitamos la intemperie). Como si las mujeres fuesen diosas (tampoco es verdad). Y ellos también (noooooooooooooooo). Educaron a guerreros (nosotras, algunas más que otras...) y a niñitas (ellos, algunos más que otros). Y nos dejaron el trabajo de conseguir que ellos vuelvan a cabalgar. ¡Buuuuf! Francamente, hubiese preferido hacer la revolución sexual.

La foto: el póster de la última película de Tarantino, un hombre bien educado (los 3 del cartel también lo parecen). ¡Muchas ganas de verla!

Feliz lunes, queridos míos.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Los hombres con falda



Virilidad: palabra que me pone de muy buen humor. Feminidad, también, ¿eh? Aunque tal vez algo menos. Y, ¿cómo saber si un hombre es viril? Muy fácil, plantificándole una falda, como la que se puso  Kanye West (de cuero, de Givenchy, maravillosa) hace dos días en el concierto para recaudar fondos para las víctimas del huracán Sandy (desde entonces, solo se habla de la falda de Kanye West). Y, ¿cómo saber si una mujer es femenina? Pues plantificándole un traje de hombre. Si en ambos casos, en vez de tener ganas de tirarnos al suelo y echarnos a reír, nos entran ganas de desnudarnos, es que estamos ante ese imán irresistible (virilidad, feminidad, sex appeal, como se llame) que nos lleva (a los más locos de entre nosotros, a los más animales) a la perdición, al éxtasis, a hacer idioteces de todo tipo, a fabricar bebés, o a todo a la vez.
El hombre vivo más viril es Daniel Craig. El hombre muerto más viril, Steve McQueen.
Feliz fin de semana, queridos.
PS: Por cierto ¿alguien tiene el teléfono de Kanye West? No es para desnudarme, es para que me preste su falda.

domingo, 9 de diciembre de 2012

Las tazas de Zara


Mis queridos lectores se preguntarán: ¿Acaso este es uno de esos posts en los que Milena nos echa el rollo sobre el poder redentor -y el poder a secas- de la belleza? ¿Sobre ir con los ojos abiertos buscándola por todas partes, siempre? ¿Sobre huir del feismo (incluso como pose, las poses son peligrosas, acaban canibalizando todo el resto, un día te despiertas y ya solo eres pose), del cutrerío, de la dejadez, de la tacañería, de todo lo que nos hace miserables de espíritu (la otra miseria es gravísima, pero tiene solución, la del espíritu, no)?
Yes.
Estas tazas de Zara Home (9 euros) salvarán el mundo.


martes, 4 de diciembre de 2012

All you need is love


Ultimamente, todo el mundo parece empeñado en hablar de amor.

- Ayer, mi profesor de yoga estuvo una hora (bueno, cinco minutos) hablándonos del chakra del corazón, el más importante, el que vehicula el amor (abrí las orejas) del universo (las volví a cerrar y seguí con la lista de la compra. Justamente me interesan todos los amores, menos el del universo). Al parecer, nosotros no somos más que un canal a través del cual pasa el amor incondicional. El amor que no espera nada a cambio ("¿ni un beso? ¿Ni un abracito?" pensé yo. "Jo...").

- La semana pasada, mi psiquiatra pasó buena parte de la sesión intentando hacerme entender que la gente no nos quiere por ser los más listos, los más graciosos o los más guapos. Que los afectos van por otro lado, se basan y se asientan en otras cosas. Eso es genial. Si lo entendí bien, significa que puedo dejar de intentar ir al gimnasio y de preocuparme por la parte del cuerpo en la que me asiento. Gran noticia.

- Mis amigas. Cuando queremos hablar de algo que no sean tíos, nos mandamos un "what's up" previo diciendo: "Hoy necesito que dediquemos 10 minutos a hablar de libros", por ejemplo. Casi nunca lo conseguimos. Claro, casi todas vamos por el matrimonio nº3 o nª4 (menos Elisenda, que al ser la más avispada del grupo, va por el nº0) y nuestra vida (a pesar de intentar seguir las instrucciones de Elisenda al pie de la letra) "est ondoyante", como decía Montaigne. A pesar de todo, algún libro sí que leemos (sobre todo Elisenda).

En fin.

La foto: Mi nueva americana tejana de Acne. Eso sí que es amor verdadero.