sábado, 21 de julio de 2012

Las cosas que mejoran gracias a la amistad


Ayer, una de mis amigas, me regaló esta camisa (foto pésima hecha recién levantada. Os he ahorrado el pelo de loca y la cara de bulldog que pongo antes de haberme tomado el primer té del día y de haber aceptado que no, que no me puedo pasar el día entero en la cama viendo pelis, hablando por teléfono, comiendo palomitas, mirando por la ventana y decidiendo de qué color me pintaré las uñas de los pies la próxima vez). La habíamos visto juntas. Me había encantado. No me la había comprado porque yo tampoco tengo liquidez (se dice así, ¿no?). Y ayer, Natalia, me la regaló. Y me puse a pensar en las cosas que mejoran cuando hay un amigo de por medio:
- La camisa de flores azules con hilillos plateados. Es mucho más bonita desde que me la regaló una amiga.
- Las pelis buenas. Son mucho mejores vistas en compañía de un amigo.
- Las pelis divertidas. Estar en una sala a oscuras y oír las carcajadas de tu amiga en el asiento de al lado es genial. (Tengo un catálogo mental de las risas de toda la gente a la que quiero. Una persona que no sabe reír es un mal rollo).
- El vino. Es mil veces mejor en buena compañía. Claro.
- Las decepciones amorosas (y de todo tipo). Son mucho mejores al lado de un amigo. (definición de amigo: persona con la que te puedes reír de todo, de TODO).
- La resaca: es mucho más llevadera con un amigo cogiéndote la mano y asegurándote que no, que no te vas a morir, que no es necesario hacer una lista especificando quién se quedará con las deportivas de Isabel Marant, con los trajes de baño de Erès, con el gorrito de punto de Missoni y con la pulsera de la abuela.
- Los éxitos. Solo interesan para poder compartirlos con los amigos. Para comerlos y beberlos, apurarlos hasta la última gota y pasar a otra cosa.
- Los hospitales. Dan menos miedo con un amigo (definición de amigo: persona que te quita el miedo).
- Los cielos estrellados. Las playas desiertas. El silencio. Mejoran muchísimo con un amigo al lado. ¿No?
Me voy a desayunar.
Feliz fin de semana, queridos.
 

lunes, 16 de julio de 2012

¿Qué es ser cool?

Son modelos. Claro. Los de la foto (del genial Tommy Ton). A la salida de un desfile en Florencia, hace algunas semanas. Llevan flores en el pelo, fuman (dos de ellos) y van agarrados (como yo) a sus teléfonos móviles. Son casi niños. Y no hay nada débil o borroso en ellos (¿sabéis esos días horribles en que uno se ve súper borroso? Bueno, a estos chicos dudo que les pase). Son súper rotundos. Como la juventud. Como los dioses griegos. Parecen a punto de irse de juerga. Hay alguna gente que siempre parece a punto de irse de fiesta (otros, en cambio, siempre parecen a punto de ir a un funeral).
¿Qué es ser cool?
- Llevar flores en el pelo sin que resulte cursi.
- Sonreír al objetivo.
- La generosidad. Súper cool. Lo más cool del mundo. (Con todo. Con uno mismo: saber darse a los demás, no ahorrarse. Y con el resto)
- No disculparse por fumar. (Si la gente no se disculpa por ir vestida atrozmente y estropear el paisaje, ¿por qué iban a disculparse los fumadores por llenar de humo y de peste ese mismo paisaje? Y yo no fumo, ¿eh?).
- Beber champán a todas horas.
- Tratar a todo el mundo igual.
- Tratar bien a la gente.
- Ir vestido/a fabulosamente. Aunque vayas a comprar el pan.
- El exceso. De todo (comida, sexo, risas, ideas, viajes, locuras). Menos de ostentación.
- El pelo despeinado.
- Las uñas perfectas.
- Un capazo de paja para los hombres.
- Un sombrero de paja para las mujeres.
- No tener miedo al futuro. Eso es muy cool.
- Mezclar los códigos estilísticos femeninos con los masculinos.
- Ser bien educado.
La lista es muuucho más larga, pero ahora me tengo que marchar a confeccionar una corona de flores. Mañana en el Caprabo van a flipar.

jueves, 12 de julio de 2012

Los consejos del día


5 consejos para las chicas:
- Si no te llama, si no te manda un mail o un what's up o unas flores o una paloma mensajera, al día siguiente de ver tu preciosa cara por primera vez, es que no le interesas. Solo hay una cosa peor que no interesarle a un tío: interesarle un poquitín.
- Si utiliza la palabra "complicado" en alguna de las 5 primeras citas, sal corriendo.
- Si no intenta tocarte en alguna de las 5 primeras citas, sal corriendo.
- Si te cuenta cuánto dinero gana al año en alguna de las 5 primeras citas, sal corriendo.
- Di todas las tonterías que puedas, si no le parecen lo más gracioso y ocurrente del mundo, sal corriendo.
- Si te pregunta cuánto pesas en alguna de las 5 primeras citas (o cuando sea), sal corriendo.
- Si no te está costando un esfuerzo casi sobrehumano estar a su lado sin meterle la lengua hasta el fondo de la garganta, sal corriendo.

5 consejos para los chicos:
- Si no te llama, si no te manda un mail o un what's up o unas flores o una paloma mensajera, al día siguiente de ver tu preciosa casa por primera vez, puede significar: a. Que no le interesas. b. Que está siguiendo el consejo de su abuela de no mostrar nunca ningún interés por un hombre. c. Que está liada haciendo la maleta para irse a vivir contigo.
- Si una chica se muere de ganas de acostarse contigo, se acuesta.
- Si crees que una chica es demasiado buena para ti, lo más probable es que tengas razón.
- Si estás con una chica, todas (T-O-D-A-S) las demás desaparecen. Eso quiere decir que si justo en ese momento pasa Kate Moss casi desnuda por vuestro lado y te mira fijamente a los ojos, finges no verla. La vida es muy dura. Sí.
- Un hombre que no intenta pagar la comida, el café, o lo que sea, pierde automática, completa y definitivamente toda posibilidad de volvernos locas. Y el amor no es más que eso, ¿no? Volver loco al otro.

La foto (que no tiene nada que ver con nada): mi próximo peinado. Pelo rosa, moño perfecto imperfecto extraordinario. Nuca para hincarle el diente.

martes, 10 de julio de 2012

La primera vez

Recuerdo la primera vez de muy pocas cosas. De algunas sí, ¿eh? No recuerdo la primera vez que besé a un hombre. Pero sí recuerdo haberlo practicado antes con una amiga en el colegio. No recuerdo la primera borrachera. Pero sé que fue en Cadaqués y que me pareció la noche más divertida del mundo. No recuerdo cuando probé el ácido. Pero recuerdo que la primera vez fue también la última. Recuerdo cuando perdí la virginidad (en una tienda de campaña en Cadaqués), pero no recuerdo el nombre del joven alemán con quien ocurrió (solo que tenía un Volkswagen escarabajo muy bonito). Recuerdo perfectamente la prenda de ropa que me compré con el primer dinero que gané (una americana de Emporio Armani rosa pastel) y recuerdo lo que llevaba en la primera cita con el padre de mi hijo menor. Y recuerdo el día en que me compré mis primeras botas camperas: hoy. Hace cinco minutos. 35 grados a la sombra y yo comprando botas. Yes. Para el otoño. Que también será glorioso. A pesar de todo.

viernes, 6 de julio de 2012

¿Quién quiere un tío con camiseta de encaje?

5 cosas que en los tíos no me gustan nada de nada, monada: el encaje, los pantalones de camuflaje, los tatuajes, los bolsos y el pelo rapado. Y va Dries Van Noten, mon amour, y, de un plumazo, se lo carga todo. Mis teorías, mis normas, mi idea de la elegancia y de la masculinidad y todo el bla, bla, bla. Y va y mezcla estos 5 elementos y crea algo que me choca, que me excita, que me pone de buen humor, que me sorprende, que me encanta, que me da ganas de convertirme en vampira (como el modelo) y chuparle la sangre que le quede (no mucha, a juzgar por el tono grisáceo de su piel) y robarle la camiseta de encaje (¡quiero esa camiseta ya!). De vez en cuando, hay que tirar a la basura todo lo que uno cree. Y empezar un juego nuevo.

miércoles, 4 de julio de 2012

Los pantalones para ligar con Robert Redford (joven)


Mis pantalones hippies californianos (de Textile Elizabeth & James). Adorables por un montón de razones. Por la mezcla, loca y sutil a la vez, de tie dye y de flores tropicales. Porque son suaves y blandos como un pijama. Porque, aunque no lo parezca, son bastante sexys (Sííííí. En serio). Porque aunque esté caminando entro coches y polución, me hacen sentir como si estuviese a punto de encontrarme con un surfista tipo Robert Redford antes de hacerse intelectual, que me llevará surcando veloz las olas hasta Hawai. Y, entonces, voy al banco y veo al gordete banquero con otros ojos... lo veo... no sé... como más rubio, más chispeante. Creo que esto es a lo que se refieren cuando hablan del poder transformador de la ropa.
Feliz miércoles, queridos.