viernes, 11 de mayo de 2012

¿Es rara esta primavera?


Ayer. De paseo por el Zara de Diagonal con mi amiga Elisenda. Uno de nuestros pasatiempos favoritos: charlar de tíos y de la vida (que en realidad son lo mismo, claro) mientras miramos ropa. Zara es un poco como nuestro segundo hogar, por decirlo de algún modo. En fin. Una de las cosas importantes que se debe hacer en Zara es mirar al suelo. Por alguna razón, los zapatos (cada temporada hacen uno o dos que valen la pena) están siempre escondidos allí, en la parte de abajo de los expositores de ropa. Así que para verlos, hay que agacharse, con el riesgo que eso conlleva (en los días de aglomeración) de que alguien tropiece contigo y se te caiga encima. En fin. Ayer hubo suerte: no solo no se me cayó ninguna china encima, si no que además, encontré estas preciosas sandalias (foto 1). Sí, son una "reinterpretación" de las de la foto 2, unas sandalias de Valentino que causaron gran revuelo la temporada pasada y la anterior. Pero son una buena versión: el cuero ha sido substituido por ante, las tachuelas originales por otras más pequeñas y sutiles, la punta ha sido redondeada y las mías (no sé si se aprecia bien en la foto) son bicolores, negras y azules. Y todo esto mientras comentábamos, con una mezcla de regocijo y aprensión, que está siendo una de las primaveras más raras e intensas que se recuerdan: las peonias han llegado de golpe y están explosivas, nunca ha habido tantos hombres barbudos guapos en la ciudad y no hay manera de encontrar unas Birkenstock. Raro, raro...
 

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