martes, 27 de septiembre de 2011

La comida y los hombres

No sé si es algo que está ocurriendo a escala mundial, si se limita a la población autóctona o soy yo que me estoy volviendo muy obsesiva, pero desde hace ya algún tiempo, tengo la sensación de que los hombres solo hablan de comida (y los que no hablan constantemente de comida, se han puesto a correr maratones. En serio. ¿No os habéis fijado? La liberación de la mujer ha hecho realmente mucho daño). Tanto a mi padre como a mi abuelo les gustaba mucho comer, pero jamás les oí disertar sobre cocina como se hace ahora. Y ¡¡¡sorpresaaaaaaaaaaa!!!: a ninguna chica le interesa el tema. A ninguna. Tal vez los hombres se conquisten por el estómago, pero os aseguro, niños, que nosotras no. El tema de la comida se ha convertido en lo que era antes el fútbol, solo que más aburrido (no me vayas a comparar futbolistas con cocineros...). Así que yo os digo: ¡Hombres del mundo, salid de los restaurantes y de las cocinas ya! O no salgáis, pero comed con la boca cerrada, please, y antes y después too. Y además, siempre que oigo a un tío hablar demasiado extensa y detalladamente de comida, pienso que es que tiene algún problema sexual. No sé por qué. Bueno, mi gran consejo semanal de esta semana (sí, una nueva sección que inauguro hoy): Chicos, antes de empezar a recitarnos la carta de un restaurante al que no vamos a ir, pensad: ¿Qué haría Steve McQueen? ¿Se pondría a explicar cómo sabe el tempura de humo al aroma de regaliz? ¿Y cómo se hace? ¿Verdad que no? Pues vosotros igual.
¡Ai! ¿Qué harían los hombres sin mi blog?  

18 comentarios:

  1. Milena... lo siento mucho, pero hoy discrepo. Mis mejores amantes han sido también exquisitos cocineros. Lo que no me gusta es como dices que reciten la carta. Por cierto, a mi me gusta más hablar de cocina que cocinar... aunque me gusta más cocinar que fregar los los platos. Y me gusta más tener sexo que hablar de ello. Besuki. Luz.

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  2. Steve McQueen te (nos) llevaría a un burger en su Ford Mustang y nos hablaría de su próxima película con Faye Dunaway comiendo patatas fritas.

    De lo que estoy seguro es que no te (nos) hablaría de comida.

    De lo que también estoy seguro es de que TE llevaría con él...y a mí me dejaría limpiando el coche...

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  3. ¡Oh, Gil! Pero yo no te dejaría, o solo un ratito, y luego, cuando me hubiese acabado la hamburguesa y a Steve McQueen, volvería a por ti.
    Beso.

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  4. Luz, ¡cuánta razón tienes!!!!!!!
    Todos mis amantes han cocinado porque si no nos hubiésemos muerto de hambre...
    Un beso grande.

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  5. oh dulce pájaro de juventud...yo sería quien volvería a por ti, que Steve bien merece más que un rato...Además Steve se dejó las llaves puestas...y su visa oro en la guantera...así que me iría a rodeo drive a por algunas prendas para ambos...luego pasaría a buscarte...¿acaso olvidaste que tu nombre es Bonnie y el mío Clyde? ;-)

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  6. Me parece que caben todas las combinaciones:
    1) Buen amante y buen cocinero
    2) Buen amante y mal cocinero
    3) Mal amante y buen cocinero
    4) Mal amante y mal cocinero

    En ese orden de preferencia.

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  7. La verdad es que no he conocido a hombres que hablen de comida pero sí estoy rodeada de hombres que han pasado de los 40 o aún no han llegado que les ha dado por hacer triatlón,maratones y todo tipo de deporte.

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  8. Hola anónimo:
    Ya, pero los buenos amantes adelgazan y los buenos cocineros engordan...

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  9. Querida Vanesa:
    Según mis investigaciones, los pijos y hombres de negocios se dedican a correr maratones y los profesionales liberales, artistas, etc muestran más inclinación por la comida...
    Petons.

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  10. Genial Milena, no puedo estar más de acuerdo contigo. En cuanto al humo de regaliz y la lycra de última generación. Si te despistas puedes acabar cenando poco, con la cabeza como un bombo (de todo lo que se supone que te has comido o que te podrías haber comido en ese otro sitio maravilloso al que fue con fulanito o, peor, fulanita) y yendote a la cama temprano y sin postre: el dulce engorda y para correr 20 km hay que estar fresco.
    Hace unos diez años un proyecto de novio que tenía a distancia me contó como el gran plan del fin de semana había sido 'una truiteta amb uns ceps...' Luego intentó ponerme celosa con una historieta de una exnovia pero ya no había nada que hacer: entendí que era el fin del fin y para siempre. El amor pasional y las conversaciones elaboradas (en su versión 'de la terra', del Marie Claire o del último Jean-Luc) no eran compatibles. Aún hoy cada vez que escucho o leo 'ceps' se me pone la carne de gallina y recuerdo el extásis de su voz al decir 'truiteta'.
    En cuanto a los atletas, cuando entiendes que su vida transcurre entre la cinta, el asfálto, el plátano y la barrita energética estas lista para lanzarte a una amistad para toda la vida (sin ningún peligro de que te ataquen después de las copas: no hay copas y están cansados).
    Todo esto tan largo y autobiográfico para decir que no sé qué está pasando con esto pero algo habrá que hacer por todas esa mujeres que anhelan ver a un hombre 1. devorar y callar, 2. correr sólo en coche o si se trata de no llegar tarde a una cita con ellas.
    (¿Es esa extraña mezcla de narcisismo autista y cursileria de nuestros tiempos?)
    En fin, si Steve hablara (ahora no puede pero no creo que en vida lo hiciera mucho)...no tendría nada que decir, y menos sobre la comida. Bueno, tal vez 'Just do it, food sex or shooting: just do it, brother'.

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  11. Querida Clara:
    Genial!!!!!!!!!!!!!!!! Te adoro. No podré volver a escuchar la palabra "truiteta" sin echarme a reír...
    Y quién iba a decir que una marca de deportivas iba a acuñar la frase del siglo: Just do it...for god's sake! Do it, do it, do it!!!!!
    Mil besos
    Milena

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  12. Queridas Clara y Milena:
    Habéis conseguido que me sonría durante un buen rato!
    Feliz miércoles!

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  13. Ese es nuestro único objetivo, hacer sonreír ¿verdad, Clara?
    Un beso.

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  14. ¡Pues ahora habéis conseguido que sonría yo también! Claro que sí, esa es la idea; y espera a que nos pongamos con los tacaños, otra de las epidemias que se extienden como la peste. Con el cuento de la mujer emancipada tienes que abrirte la puerta tu sola y salir corriendo, no sea que te toque lavar el coche. Y si es un taxi estar lista para tirarte en marcha (¡ves Mile, para eso va bien el gimnasio, con el yoga caes mal seguro!) Feliz miércoles :)

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  15. ¡Pues ahora me habéis hecho sonreír a mí! Claro, esa es la idea. Y espera que nos pongamos con los tacaños, otra de las epidemias que está fulminando el romanticismo. Con el cuento de la mujer emancipada tienes que abrirte tú sola la puerta del coche y salir rápido y sin preguntas, no sea que te toque lavarlo; y si es un taxi estar lista para tirarte en marcha (ves Mile, para eso va bien el gimnasio, con el yoga caes mal seguro). Feliz miércoles y gracias por compartir sonrisas :)

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  16. Ja, ja, ja, sí, tirarse en marcha del taxi, nuevo deporte olímpico femenino...

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  17. Hola. Debido a mi torpeza con el iphone, he borrado sin querer algunos de los mensajes que me han llegado. He intentado recuperarlos pero han desaparecido...
    Lo siento. Seguid escribiendo, por favor.
    Besos.
    Milena

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  18. La culpa es de Steve...no de tu torpeza...él se coló en tu iPhone mientras contemplabas en éxtasis una prenda en un escaparate, e hizo el resto...

    No perderás lectores...esos los ganas...y los que escriben...seguirán haciéndolo...

    Y sí: un post sobre la tacañería, la avaricia...conductas que no soporto...conductas que abundan...no por la falta de dinero...sino por la falta de saber estar...

    kiss

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