viernes, 1 de abril de 2011

¿Qué es el estilo?

Yo no sé lo qué es el estilo, si lo supiera no necesitaría incordiaros tan a menudo con este blog. El estilo no sirve para nada, es imposible de fingir, no tiene explicación ni motivos precisos, ni siquiera una utilidad específica, no es algo solo físico, no es algo que dependa únicamente del estatus social o del dinero o de la belleza, sí depende siempre de la sensibilidad y de la intuición, es algo sumamente animal (la conciencia del cuerpo, la confianza en uno mismo, la soltura para moverse, para existir, para estar en el mundo) y a la vez es puro artificio, elaboración, disfraz y fachada (los niños que, afortunadamente, son, durante un tiempo, al principio sobre todo, auténticos animalillos, no tienen nunca estilo, su belleza es otra). Y, sin embargo, a pesar de no saber lo qué es el estilo, esa mezcla de mil cosas espolvoreadas con el polvo mágico de estrellas para volar de Campanilla, lo reconozco al instante, me paraliza, me emociona y me pone la piel de gallina (sí, soy muy frívola, ya, pero no más que los que se emocionan con algunos de los goles imposibles de Messi, los milagros son milagros y punto, y yo solo vivo para las cosas que me emocionan, sean lo que sean).
¿Qué es el estilo? El estilo es Jackie Kennedy sin cambiarse el traje de Chanel manchado con la sangre de su marido asesinado en Dallas el 22 de noviembre de 1963 hasta que regresó a Washington al día siguiente con su cadáver.  La imagen de aquella víctima consternada pero que no perdió el control en ningún momento, la imagen de aquella mujer durante horas y horas con el mismo vestido ensangrentado, eso es el estilo. El de verdad. Lo demás son tonterías.
Feliz fin de semana, queridos.

4 comentarios:

  1. es lo que te diferencia, lo que te acompaña en los momentos más trágicos y desde luego en los más felices o en los íntimos.

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  2. Me gusta creer que una sola mota de ese polvo de estrellas se posó en mi cabeza cuando dormía siendo todavía niño.
    Me gusta creer que esa partícula filosofal me permite ver con claridad
    lo que anuncia la intuición, lo que preludian los sentidos,
    siempre alerta, siempre vivos.
    Me gusta creer que la gente se reconoce
    sin búsquedas ni esperas.
    Me gusta creer que las miradas se cruzan y a veces se detienen.
    Me gusta saber que los paseos en el mar
    Dejan aroma a sol y en la piel sabor a sal

    Eso es el estilo. La luz que desprenden algunos, su sal.
    En las alegrías y en las penas.

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  3. Ese vestido sólo lo trajo puesto unas horas -22 de noviembre de 1963-, después del asesinato, de inmediato regresaron Washington, no hasta el otro día.
    De cualquier forma, comparto tu punto de vista, demostró entereza y por lo mismo, su estilo, porte, se mantuvo intacto.
    saludos.

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